No suelo firmar las entradas de este blog ya que lo que aquí publicamos es, a modo de diario, nuestra actividad en el centro donde aprenden nuestros hijos. Sin embargo hoy quiero hacer una excepción a modo de denuncia desde esta ventana abierta a todo el que quiera echar una ojeada.
El pasado 3 de febrero ocurrió otro episodio más de violencia en un centro escolar por parte del alumnado. Esta noticia no la he leído en los medios de comunicación ya que no es noticiable. Esta noticia me ha llegado por correo electrónico. Podéis leer la nota de prensa firmada por el claustro del centro donde ocurrió pinchando aquí (Carta abierta a la prensa). Desgraciadamente este episodio es otro más de muchos en nuestra geografía. Esta rutina de agresiones a docentes es asumida por la sociedad de una manera tan natural que cuanto menos me deja perplejo.
La degradación que está sufriendo la educación pública con la complicidad de todos los estamentos de la sociedad, es intolerable. Nuestro hijos tienen derecho a una educación de calidad en los centros públicos y no a un servicio de guardería donde pasar el rato hasta que vuelvan a casa a jugar a la Play.
Pienso que es tarea de los padres la educación de los hijos y la del docente su formación. Sin educación no hay formación. Sin educación estamos hipotecando nuestro futuro y convirtiendo a pequeños seres adorables en verdaderos monstruos que no saben diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Sin educación no hay civilización y sin civilización lo que tenemos es una jungla.
Desde estas líneas animo a todos los padres a reflexionar si merece la pena dedicar tiempo a la educación.
Saludos.
Manuel García
Presidente AMPA
La educación siempre merece la pena, pero ¿cuál o qué es la educación?, pregunta aparentemente tonta, pero que creo que encierra lo más importante para la sociedad, ya que lo que hay que buscar es el objetivo de conseguir unas personas con ilusión por la vida, con el respecto hacia los que les rodean, que sean capaces de pensar por sí mismo, no caigan en la dejadez de dejar a otros que piensen por ellos (como hoy día), en definitiva, de que sean personas, ni más, ni menos, así que ánimo y sigamos en la tarea, ya que es un arduo trabajo en los principios, pero reconfortantes al final, cuando nuestros hijos eduquen así a nuestros nietos.
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