Cuando el otoño guiña el ojo al invierno con sus primeros fríos, el castaño da su fruto y lo celebramos con un desayuno muy especial a base de castañas asadas que magistralmente prepara Don Atanasio, el castañero de Pilas.
Nuestros hijos acuden ese día al centro con la sonrisa, si cabe, más pronunciada e ilusionados porque van a ver al castañero y les va a explicar de dónde sale la castaña, cómo se prepara y cómo se asa. Ni que decir tiene, que no es necesario explicarles cómo comérselas.
A eso de las diez, Don Atanasio, vestido a la antigua ausanza y su escuadrón de castañeros se dieron cita en el colegio con un cargamento de castañas para todos los niños, profesores y algún que otro padre que estuvimos por allí.
Pero antes de comer las castañas, la lección magistral...
Y después de la explicación, viene la degustación no sin antes esperar impacientes...
Y para finalizar, algunos de los que han hecho este día posible.
Deseo enviar mi ENHORABUENA a tod@s los que han hecho posible este blog.
ResponderEliminarQuiero también agradecer a las MADRES que ayudaron en tan entrañable actividad.
Dos son las razones por las que manifiesto mi alegría y agradecimiento. La primera, porque soy madre y, como a todas, cuando vi la carita de mi hijo contándome su experiencia ante algo tan sencillo como coger una castaña y comérsela, mis "historias" pasaron a un segundo plano.
La segunda razón deriva de mi condición de docente. Como profesora, hago hincapié en la fortuna que tienen los niños de los pueblos, en su contacto diario con los abuelos y otras personas mayores de su entorno. Son depositarios de un saber que tiende a desaparecer.
NO LO PERMITADOS. ENTRE TODOS PODEMOS.
Un saludo y ÁNIMO a participar.
Felicidades, chic@s!!!!
ResponderEliminarUn buen comienzo...